Libro de poemas
Agoto mi capacidad
de estar cansado
en un lecho de sombra
de aquello que ha pasado
y que no termina de acabarse
aunque se obstina.Y más tarde
en la tarde
comprendo que mi huida
fue quedarme,
sospecho que esperar
es terminarse.F.E.V.
Tú tenías un lago dentro del alma,
yo era un cubo de agua.Los dos sabíamos que más allá de esta noche
nada era nada.Al final, el camino, como una sucesión de silencios
era no más que la tesis doctoral de un alma en pena.Los milímetros de carne que me has dado
y el aliento sin vida y en la vida el barniz de habernos querido
saben sólo a verbo y a nostalgia.Yo ya no sé, no hay más palabras.
Tú tenías una luna dentro del alma,
yo sólo pensaba en terminar mi tesis:
una nave espacial que llegara a la luna.A veces pienso que sólo es vida
lo que nos acontece,
a veces sé que sólo tu acontecimiento
forma parte de mi vida,Y en mi vida tú tienes un océano
en el alma,
y en mi alma precaria por fin fuimos.
Como si fuera posible medir lo que se dice,
se dice te quiero, te necesito, me importas…Y todo esto se basa en instintos primarios,
en estados de ánimo…Luego llega otra boca que nos llena
y se nos llena la vida de otra boca.Aquello que fue cierto,
lo que fue intenso y verdad, se torna incierto.Confesamos que fuimos felices pero no tanto
y seguimos queriendo
diciendo te quiero, te necesito, me importas.El viento no se lleva del todo las palabras,
por eso sigo vivo y coleando cuando digo te quiero,
que me importas,que necesito verte cada día para saber
que sigue siendo cierto.Pero nada era cierto. Pero no estaba el alma.